martes, agosto 02, 2005


Atarak duj Llamarat

Uso el Distra (viejo idioma inventado como puente ) para referirme a ésto. Es un inicio.
Ahora que se puede pensar en cambios en Llamarada o en la marcha hacia el mar, tengo la confianza de que el proyecto siempre ha tomado para sí la idea del cambio constante, de caminos que cada día se van haciendo. Algo que tiene una vida aparte de nosotros. Una construcción de momentos. A su forma, es primitivo, es una indulgencia, es un juego, es un accidente que nunca termina. Por lo mismo a veces nos sorprende. Estamos moviendo ciertas reglas y en el camino acomodando nuestros oídos. Es el crepúsculo en cámara lenta. Es lo primero que pudo haber sido, es lo último que uno esperaba.

Cuando era niño, en la noche, abriendo los ojos, imaginé muchos futuros, diversos, imposibles, eternos, autos voladores, ciudades vacías, miradas cargadas de una dulce telepatía, pero nunca pensé que fuera posible ésto.