jueves, diciembre 07, 2006

La gran migración

Ahora fue de que estaba en una ciudad tropical costera, Playa Costeña. A mitad de la inundación, topando a dos locutores clandestinos tratando de tripular una barca por las calles de la ciudad. Llegamos a un hotel para encontrar un Atari que jalaba con pastillas. Sólo unos cuantos refrescos en el refri para esperar al equipo de rescate. Los juegos eran muy divertidos, una guerra que continúa.

En ese momento la diplomática extranjera perdió el control y tuve que secuestrar su equipaje. Subí al auto café tratando de cerrar las ventanas para detenerla. Pero ella se hizo más argentina, amenazó a mi nieta y tuve que comprar varios kilos de pescado. Quedarme ahí viendo esas manos que todos los días parecían nacer de nuevo.

1 Comments:

At diciembre 11, 2006, Blogger Anhelo said...

Tus sueños me agradan. Invítame un día.

 

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