viernes, diciembre 15, 2006

En el 2006

En estos tiempos vivimos caídas y respuestas. Parte del hambre ha desaparecido. Líneas están más cerca. Ya no pasé el tiempo cazando singles, como en la era del Lienzo, en que perseguía el top ten de novedades. Creo que la modalidad fue replegarse. Y quizás no fui el único, pues este año no hubo algo que me capturara. La audición fue más retrospectiva, toparme a aquellos que fueron referencia o rumores, y que ahora tomaron protesta, como Kitchens of Distintinction, Josef K, Robert Wyatt, Van Dyke Parks, o la ampliación de catálogos. The Horrors dejó el post- it para tiempos venideros. Asobi Seksu me encantó y le damos vueltas, compramos nubes. Joanna Newsom es linda, pero no le soltaría las llaves del carro. Pero podríamos ir a pasear por el campo. Yo creo que nos la pasaríamos muy bien. Vamos, vamos. Llevaré un mantel y compraremos algo de comida en el camino. Espero que el cielo no esté nublado. Pero en fin, Matthew Herbert es alguien en quien confiar. Bob Dylan nunca se detuvo, y su radio show sigue revelando. El nuevo de The Who rescató días en el año. Con otros simplemente no pude coincidir. Quizás los vi muy muebles, o entendí que no hacían ejercicio. Sentí que rescataban o sólo hacían lo que tenían que hacer, cumplían funciones pero no daban el salto necesario. Puede que me haya comido a Sufjan Stevens, o a la mejor como yo también creo en Dios no necesito volver a comprarlo. Los Flaming Lips tenían un par de buenas canciones. ¿O fue eso el año pasado? Antes les ponía casa. TV on the radio está bien. Faltó un buen freak y se nos fue Syd Barrett. Juana Molina sería una buena compañera de trabajo, y junto con Cornelius, llegó corriendo para recordarme lo bonito. Sigue la acción en la Oficina Central, con reformaciones pendientes para el 2007, pero ésta vez no le encontré utilidad a Sonic Youth. Y no empecemos con el chiste ese de los Beatles. Una de mis canciones favoritas preguntaba: If the answer is infinite light, why do we sleep in the dark? Fue el año de los muebles, y no hicimos ejercicio.

Las sorpresas caen cerca de casa, alguna de las canciones que más me gustaron tienen número. Y lo que me interesa bajar es aquella compilación de Nenerecords. Es la calma antes de la aceleración. Una economía se acerca y estamos invitados todos.