Mahatma Panda
Mahatma Panda estaba sentado en un jardín, comiendo hojas de bambú. Junto a él, sus guardaespaldas, dos ninjas desempleados. Un occidental llegó ante él en busca de sabiduría.
- ¿Realmente quieres aprender algo?
- Sí.
Mahatma Panda volteó a ver a sus guardias, y giró órdenes.
- Golpeadlo.
Pensó que todo había quedado claro, pero horas después el occidental estaba de nuevo en pie.
- Maestro... ¿Cuál es la verdad?
- La verdad es que ya estoy harto, y no entiendo qué clase de restaurant es este.
Al día siguiente, el occidental volvió a buscarlo. El panda pareció sorprenderse de su persistencia.
- Si quieres aprender algo, ve a mi casa. Es la mansión roja en la calle del mercado.
- Está bien maestro, iré.
- Y procura ir lubricado.
- ¿Mande?
El panda bostezó.
- Es una broma. Te espero al anochecer.
El occidental llegó a la hora acordada.
- Entonces, maestro... ¿Cuál es el secreto de la iluminación?
- ¿Realmente quieres saber cuál es el secreto de la iluminación?
- Sí.
Mahatma Panda se levantó. Caminó hasta la pared, y prendió y apagó varias veces el foco del techo.
- Ese es el secreto de la iluminación.
- Maestro, me caían mejor los golpes.
Los ninjas lo golpearon.
- ¿Realmente quieres aprender algo?
- Sí.
Mahatma Panda volteó a ver a sus guardias, y giró órdenes.
- Golpeadlo.
Pensó que todo había quedado claro, pero horas después el occidental estaba de nuevo en pie.
- Maestro... ¿Cuál es la verdad?
- La verdad es que ya estoy harto, y no entiendo qué clase de restaurant es este.
Al día siguiente, el occidental volvió a buscarlo. El panda pareció sorprenderse de su persistencia.
- Si quieres aprender algo, ve a mi casa. Es la mansión roja en la calle del mercado.
- Está bien maestro, iré.
- Y procura ir lubricado.
- ¿Mande?
El panda bostezó.
- Es una broma. Te espero al anochecer.
El occidental llegó a la hora acordada.
- Entonces, maestro... ¿Cuál es el secreto de la iluminación?
- ¿Realmente quieres saber cuál es el secreto de la iluminación?
- Sí.
Mahatma Panda se levantó. Caminó hasta la pared, y prendió y apagó varias veces el foco del techo.
- Ese es el secreto de la iluminación.
- Maestro, me caían mejor los golpes.
Los ninjas lo golpearon.
1 Comments:
ese estuvo muy chido!!!!!! ria ria ria
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