martes, noviembre 21, 2006

La historia de unas galletas, parte 2

Siendo niño quise tener una teoría que explicara todo. El hecho de renunciar a eso me ha salvado. Y ahora sólo quiero que caiga el día, cada minuto es una moneda en el aire. Quiero verlas todas en el suelo, contar lo que ha pasado, quedarme quieto y alargar la noche. En la noche no hay vacío, existen demasiadas estrellas. Quiero verlas en el suelo.