Como si las banderas
orientaran miradas en un territorio. Pero en realidad están lejos, por si se llega a ofrecer. Es mejor así. Hay alguien que no cree en la cara feliz. Ya tiene copyright. Nunca lo sabrá, nunca lo sabrá.
Hablando de, viajando a, el mensaje se le envió: la distancia me recuerda la culpa de haber provocado psicodelias baratas, todavía visibles (que no legibles) por ahí. Mi excusa al final de los tiempos se reducirá a un par de fotos y ciertas menciones de la sobrina de Woody Allen. El maldito nos condenó a todos a ser pasajeros en su versión de la realidad. El efecto mariposa termina aquí. Mejor, sigo investigando a Paris Hilton. La otra clave de todo.
They have begun
Ahora caigo. Ahhhhhhhhhhhhhh. Los Elephant Sixers me recuerdan a alguien, pero supongo que nunca capturé su nombre.
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